Ingredientes:
- Con aceites de oliva virgen, albaricoque, neem, coco, manteca de cacao y manteca de karité.
- Leche de cabra, avena y miel.
- Fragancia de miel.
Características:
La miel es un cosmético natural empleado desde hace siglos. Es un emoliente que ayuda a la piel a recobrar su humedad original. Rica en azúcar, proteínas, minerales y vitaminas contribuye a la regeneración del tejido dañado de la piel, a la vez que la nutre y la humecta mejorando el tono y la elasticidad misma.
La avena tiene muchas propiedades para el cuidado de la piel, entre ellas aliviar y mejorar el picor de la psoriasis, sarna, urticaria, dermatitis, etc, así como para eliminar muchas imperfecciones de la piel como granillos, espinillas, acné, etc. También el efecto limpiador que ejercen sus partículas sobre la piel y que, al estar compuesta de lípidos evita la deshidratación de la piel con lo que mantiene el efecto barrera de la piel.
La leche de cabra es rica en proteínas, vitaminas y minerales que son beneficiosos para la piel, está especialmente recomendada para pieles sensibles, infantiles o con algún problema alérgico, ayudando a su recuperación o a la protección contra infecciones o erosiones, pero pueden usarse de forma habitual por todo el mundo. Las lipoproteínas que se encuentran en la leche para humectar la piel, previniendo resequedad y agrietamiento de la piel ayudan al paso de los nutrientes y del agua a través de la membrana de las células epiteliales llevando los nutrientes y el agua dentro de las células de la propia piel, esta virtud la hace especialmente importante en pieles dañadas y alérgicas que tienen una fisiología y un metabolismo alterados, y una capacidad de nutrición, y por lo tanto de regeneración, menor. Otros ingredientes importantes son los alfa hidroxiácidos, los minerales y las vitaminas, que ayudan a la nutrición celular.